Podemos trabajar con las Regletas de Cuisenaire desde los 2 años ya que es un modo de descubrir las matemáticas de una manera muy experimental, un proceso de comprender los números, hacer las primeras operaciones y poco a poco ir abstrayendo estos conceptos y adentrarnos en el campo del cálculo mental.
El niño experimenta, visualiza las cantidades, las proporciones... es un método muy manipulativo y muy visual, justo lo que necesitan los niños para adentrarse en este mundo tan abstracto.
Además cada tipo de regleta tiene un color, de modo que el niño aprende el valor de la regleta por el color antes que el número o la grafía del mismo, ya que es preferible que el niño aprenda primero el concepto antes de su representación gráfica.
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